Y seguiremos.

Y seguiremos.
Y seguiremos gritando hasta perforar el viento.

03 marzo, 2015

Sobre el poder y otras cuestiones sobre el poder.

Cuando de poder se trata se me ocurre interesante pensar lo que ocurre en la infancia y en el recorrido respecto de los grandes Otros.
La primera relación de realidad del chico es con la madre, es el tiempo de la ley “omnímoda” de la madre, que todo lo puede, que todo lo abraza, aún no hay deseo, ni movimiento propios. La ley de la madre es una ley incontrolada, pero como la madre no puede estar siempre allí para el niño aparecen las preguntas por sus ausencias.
Entonces comienza a terciar el padre, que acota y separa esa díada, hace cuña e incorpora el afuera. Allí se inicia la ley omnímoda del padre que es el que tiene el saber.
En estos dos tiempos hay un Gran Otro.
En el primer tiempo es la madre que todo lo puede y en el segundo es el padre que todo lo sabe.
El tercer tiempo será aquel en el que ya no hay Gran Otro pues aparece la posibilidad de no saberlo todo, sino de saber algo.

La Ética como el gran interpelador del Poder, según me parece a mí, se ve tanto en la evolución emocional en la infancia como en cualquier ámbito en el que alguna manera de poder esté en juego.
La reflexión Ética se ocupará de garantizar la abstinencia de quien detente el poder en cada momento, será el comando que asegure que no haya ganancias narcisísticas en su ejercicio, que no haya sometimiento de nadie porque no habrá desborde de cierta legalidad, y que cuando alguien tiene que comandar no se des-comande en detrimento del resto.
Esta relativización de la mirada hace que los discursos únicos caigan por su por su propio peso, o mejor, por su propia liviandad.
Saber que nadie es el poseedor absoluto del saber, que el saber es tal por su circulación, y que tener una porción del mismo no nos reduce, nos potencia.

En todo este sentido me pareció interesante el discurso de Ricardo Lorenzetti en el acto de apertura de la Corte. Hizo una reflexión profunda y en perspectiva histórica sobre el ejercicio del Poder, que seguramente y nobleza obliga, no dejó por fuera el ejercicio del propio poder al que pertenece, y que contesta al presente Gobierno por sus exasperaciones pero también genera y propone un ámbito de discusión presente y futuro sobre el ejercicio del poder y su ética.