Brego por
que el Nunca Más no sea una frase aprendida y repetida cada año como otra
liturgia humana rítmica.
Por que sepamos que en cada elección, en cada indiferencia hay un riesgo, porque los lugares que dejamos siempre los ocuparán otros. Que no nos vacíen la memoria aún en pleno recuerdo de aquel 24 de marzo cada 24 de marzo.
La memoria es un gesto inteligente, vigente. La especie que memoriza, sobrevive. La Memoria como el hecho inclaudicable frente a cada nueva situación de cada día en la que pueda haber un orden nefasto de repetición.
La Memoria es el éxito de la Memoria, de la Clase, de la Especie.
Por que sepamos que en cada elección, en cada indiferencia hay un riesgo, porque los lugares que dejamos siempre los ocuparán otros. Que no nos vacíen la memoria aún en pleno recuerdo de aquel 24 de marzo cada 24 de marzo.
La memoria es un gesto inteligente, vigente. La especie que memoriza, sobrevive. La Memoria como el hecho inclaudicable frente a cada nueva situación de cada día en la que pueda haber un orden nefasto de repetición.
La Memoria es el éxito de la Memoria, de la Clase, de la Especie.
Saber que
el enemigo no descansa y que va cambiando sus facciones, su máscara, es un
Nunca Más.
Estar al
y del lado del Trabajador en cada momento es un Nunca Más.
Cada vez
que elegimos, o que “permitimos”, o que la suerte de otros, o de algunos otros no
nos importa, ahí debiera haber un Nunca Más para que los Nunca Más no se
repitan “Nunca Más”.
Una Gesta posible.
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